22/04/2020
La alimentación en el deporte, y hasta en la vida diaria, es una de las áreas con mayor número de mitos. Aseveraciones categóricas en las que se cree que existe un alimento milagroso para el rendimiento del jugador, o que en tiempos de cuarentena el atleta pudiese caer en excesos, y por consiguiente en una subida considerable de peso, mitos desmontados por Jean González, nutricionista principal del Caracas Fútbol Club.
“Lo importante no es exigirle al jugador que coma un alimento milagroso. El que coma pasta no va a rendir más que el que usa como acompañante yuca, arroz, o plátano; todos esos alimentos poseen una gran cantidad de carbohidratos necesarios para ellos. Lo importante es alejarnos de esos mitos que vemos en las redes sociales, los cuales señalan que tienes que comer quínoa en el almuerzo porque les va a favorecer mucho más que los otros alimentos. La dieta óptima está en la variabilidad de las comidas, si hoy consumes yuca que mañana el acompañante sea arroz, que pasado mañana sea batata y así variar la alimentación”, explicó González.
La primera de las interrogantes pasa por la relación entre el consumo de calorías (lo que comen a diario) y el gasto de las calorías (lo que necesitan y gastan para realizar un trabajo o actividad física). Es sabido que el tiempo en casa ha llevado a muchas personas a comer de más, pero en este aspecto González se enorgullece al afirmar que “el 95% de los jugadores comen bastante sanos y son muy conscientes de lo que ingieren”.
“En las concentraciones uno se da cuenta de eso porque la mesa de las ensaladas es la primera que se acaba. Los jugadores mantienen un consumo variado de alimentos. Consumen vegetales, ensaladas y eso permite llevarles una alimentación adecuada en casa solo corrigiéndoles ciertas cosas. Ellos entienden muy bien el efecto que tiene su peso y su composición corporal con su rendimiento en la cancha. Todos están muy conscientes y preocupados por eso”, resaltó.
“Si bien es cierto no están realizando sesiones en cancha, trabajos preventivos o en un gimnasio y su gasto calórico se ve disminuido por eso, los entrenamientos que envía Javier (Milán, preparador físico del club) son bastante específicos y eso permite que todos los jugadores tengan un gasto calórico de 500 a 700 calorías por ejercicio. Quizás no es lo que ellos están acostumbrados a gastar y cualquiera pudiese creer que existe el riesgo de que se excedan con las comidas, pero algo que se pudo lograr al menos con los jugadores de primera y con muchos del selectivo es que tuvieran una especie de rutina de alimentación. Esto quiere decir que mantienen su régimen alimenticio dentro de lo necesario, de hecho cada uno de nosotros (cuerpo técnico de primera) se agarró un grupo de jugadores para llamarlos y así tener un contacto más directo para aconsejarlos con cosas más específicas”, agregó González.
Entre las recomendaciones que se les ha pedido a muchos de los jugadores es que desayunen antes de realizar la rutina que fue designada por Javier Milán la noche anterior, una práctica que no todos llevan a cabo durante la temporada porque prefieren desayunar generalmente luego de los entrenamientos, lo cual se considera un error grave puesto que desarrollaron una actividad fuerte de trabajo con solo un cambur y un café con leche en el estómago.
¿Cómo se alimenta un jugador de fútbol en tiempos de cuarentena?
“Se ha tratado que el jugador mantenga sus comidas lo más parecido posible a su rutina diaria cuando está entrenando. Un desayuno de un jugador es lo más parecido a lo que nos acostumbraron a los venezolanos, con huevos revueltos, arepas, queso rallado, jamón y alguna mantequilla o margarina, crema de leche o suero. También es muy común en el jugador las panquecas con alimentos salados, porque el venezolano no es tanto de comerlas con mermeladas o sirope, las come con jamón y queso o huevos revueltos y son de comer poco pan en el desayuno”.
“En el almuerzo o cena generalmente hay una proteína, que puede ser carne o pollo. Pocos comen pescado por la dificultad de conseguir pescado fresco en Caracas; se acompaña con una ensalada, arroz o pasta, puesto que el plátano lo comen relativamente poco. Son pocos los que comen yuca o papas asadas. Y la cena puede ser tipo desayuno o almuerzo dependiendo de las ganas que tenga el jugador. Un sándwich o incluso incluyen una sopa”
“Por último y no menos importante las meriendas. Estas deben incluir una proteína, por lo que está muy alejado de lo que piensan muchas personas que es comer una galleta con café con leche. Es una comida de las principales solo que más pequeña, en vez de comerse dos sándwich, quizás uno solo con vegetales como tomate y lechuga tipo club house”, explicó minuciosamente González.
“Lo más complicado es la variabilidad de las comidas que consumen, porque muchos caen en la rutina al comer lo mismo todos los días y dejan de lado algunos alimentos que aportan otras vitaminas importantes para el organismo y no son comunes en las dietas. La manera de luchar contra eso es que cuando estamos en contacto con ellos le preguntemos que están consumiendo y a partir de allí les empezamos a asesorar para que varíen en sus alimentos”, concluyó González
¿Cómo monitorear a 140 jugadores? En el Caracas FC trabajan tres nutricionistas, cuya cabeza principal es Jean González quien funge como coordinador principal del departamento. Los otros nutricionistas son Doménico Viscentini (quien ha estado en el Carabobo, Atlético Venezuela, Metropolitanos e incluso fue el encargado de levantar el departamento desde cero en el Aragua FC), quien se encarga de las categorías formativas del club y Sergio Torres (quien fue nadador federado), encargado de la Reserva y de la Casa Club.
“Traté de formar un equipo que estuviese ligado al deporte. Sergio fue nadador federado a lo largo de su vida, por lo que entiende el cómo hablar con los chamos que están involucrados en la disciplina. Jorge López, coordinador general de las categorías menores del club, se comunica constantemente con Sergio, quien es el que está más pendiente de la Casa Club, para de esa forma poder coordinar con los preparadores físicos y los entrenadores para que cada cuerpo técnico de las categorías menores pueda funcionar lo más parecido posible al de la primera división, que tiene todos los componentes entrelazados entre ellos”, explicó González.
